El cielo esta cubierto de nubes, se respira el fresco revolotear del aire y las primeras hojas del otoño caen. Es un dia normal, como cualquier otro pero no para mí.
Paseo por la ciudad que hoy parece dormida, como detenida en el tiempo, respiro.., observo.., una sonrisa de nostalgía se me escapa y sigo andando por el andén. Me pongo a pensar en esas vías, en la gente que en este momento se levanta, muere, llora, rie, nace... sin saber que yo estoy aquí, en este preciso momento, sentada en el andén errumbrado del tiempo.
La idea de terminar todo da vueltas por mi cabeza, un día normal, hacer lo que hago, contemplar, conversar con mi madre, acariciar a mi gato, charlar con mi amiga de la vida y divagar un rato, llamar a mi padre y a mi hermana, visitar amigos y a todos darles buenas vibras, decirles que los quiero.. para poder irme liviana y esconderme en el refugio de mis locuras, solitaria..
Tomar el bus hacia la libertar, acariciar el verrde, mojarme los pies en el dulce rio y simplemente dejarme caer en sus profundidades tratando de no abrir los ojos nunca más.
Pero cuando esa idea atraviesa mi mente me doy cuenta de que la vida es maravillosa, que quiero disfrutar por mas tiempo de ese rio, de ese verde y del rocio que cae una madrugada de verano, disfrutar de mi madre que es un sol, seguir compartiendo momentos con mis amigos y con todas las personas que me rodean, y me irán rodeando, porque aunque a veces quiera terminar con todo, sé que eso solo sirve para demorarme en mi camino.
Hoy me siento mas liviana que una pluma..•
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