El ritmo cardiaco y esos escalofrios cuando vas caminando por el hopital aumentan, el olor a miedo que esta dormido pero se hace sentir, crece a cada paso que das.
Entras al cuarto con paredes descascaradas que datan de años y la pulcridad del lugar ofrece contraste, solo en unos segundos esa angustia infalible te presiona el pecho y las lagrimas ruedan por tu cara, luego dejas caer tus piernas y mientras lloras te estiran el brazo y lo sostienen como si hubiese escapatoria; Ellos son tus dueños en ese momento, percibis olor a venganza mezclado con el del alcohol, se erizan los bellos cuando con el algodon humedecen tus venas y llorando es cuando sentis el pinchazo de la aguja que penetra en tu piel con soberbia impunidad, estas atrapada y tus lagrimas no conmueven, estan disfrutando del show mientras roban una parte de ti.
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